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CONOCE HUARTE

CONOCE HUARTE

Huarte es una villa tranquila y amable, con amplios espacios verdes y arbolados, el monte Oihana, poblado de especies autóctonas y las zonas de huertas y paseos por el río Arga.

Cuenta con servicios de calidad para atender y acoger a quienes nos visitan, con numerosos alojamientos, comercios y hostelería tanto en el núcleo urbano como en el cercano Centro Comercial Itaroa.  

La villa de Huarte encierra en si misma un doble interés. Por un lado los atractivos que posee y el entorno natural en el que se asienta y por otro ser un punto geográfico privilegiado por su proximidad a los espacios naturales más interesantes de la geografía Navarra.

Huarte dispone de un entorno único. Asentada a la orilla del Arga y a las faldas del monte Miravalles, a través del cual discurre el Camino de Santiago, Huarte dispone de una gran cantidad de posibilidades de turismo verde. A 40 minutos en coche de los bosques de Iratí, de los valles del Roncal y a menos de 20 minutos de la Foz de Lumbier, Huarte se consolida como centro de partida de multitud de rutas y excursiones.

Cerca de Huarte se encuentra el Museo Jorge Oteiza que en sí mismo justifica cualquier visita para contemplar la obra tan magnifico escultor. A la misma distancia, 5 minutos en coche, se encuentra Pamplona y su casco histórico lo que hace de Huarte un enclave central en la geografía navarra.

Museo Oteiza (Foto: Wikipedia)

Lib Dub

Video realizado por los colectivos de Huarte para mostrar toda la vida socio-cultural del pueblo y lanzar un mensaje de bienvenida, de integración y de invitación a la participación… para el nuevo vecindario, ¡Intégrate!

Gastronomía

La gastronomía de Huarte se ajusta a la bondad de sus productos y por extensión a los de la Cuenca de Pamplona. La calidad de las legumbres y verduras de Huarte han ido fijando una gastronomía peculiar pero que al igual que toda la cocina navarra se caracteriza por la excelente calidad de sus materias primas.

Desde el singular ajoarriero a base de bacalao, ajo, tomate y pimiento hasta el calderete tan querido por todo huartearra que se precie, pasando por el chilindrón, donde el cordero brilla con inusitada luz llegamos al relleno, nuestro más cotizado producto gastronómico.

El relleno o “morcilla vegetal” a base de huevo ha sido un producto tradicional elaborado por cada familia y la base de las comidas en nuestras ferias patronales. Hoy en día las carnicerías de Huarte lo siguen elaborando de la manera más tradicional y artesana, consiguiendo, sin duda, tal calidad y sabor que hacen de este el mas demandado de toda Navarra.

La cebolla ha sido un ingrediente primordial de nuestra cocina y la variedad que se daba en Huarte la convertía en un tubérculo muy solicitado de tal forma que se ha convertido en un gentilicio para los habitantes de Huarte: Los cebolleros o tipulazorroak.

Es importante reseñar que la valoración positiva de la cocina de Huarte debe mucho a la calidad de los asadores que en los últimos años han desarrollado su actividad en nuestra villa.

Qué ver

Edificaciones

Arquitectura civil

Dentro de nuestro municipio, encontramos edificios que admirar en un primer acercamiento a Huarte.

Numerosas fueron las casas solariegas que jalonaron las calles de Huarte en el pasado. El recorrido por el barrio de San Esteban, el más peculiar e interesante por su antigüedad, nos permite así contemplar los restos de algunas de ellas y algunas muestras de la arquitectura popular de la localidad.

Por otro lado, debemos destacar también el edificio que actualmente ocupa el local juvenil Ugazte, obra de Víctor Eusa, considerado el mayor exponente de la arquitectura navarra.

 

 

La modernidad también tiene su lugar en nuestra villa. Los edificios singulares de la Escuela Infantil y el Colegio Público Virgen Blanca son una buena prueba de ello.

Iglesia de San Juan Evangelista

El origen de este templo se remonta a la Edad Media, situado en el mismo lugar que la actual edificación. Estaba formado por una nave articulada en varios tramos cubiertos por una bóveda de piedra, sobre el último de ellos se elevaba una torre.

 

 

Era conocida como “iglesia de abajo” para diferenciarla de la iglesia de San Esteban, que era denominada como la “iglesia de arriba”. En el siglo XVI, se amplió con un nuevo crucero y una cabecera. Sin embargo, estas obras no se finalizaron y obligaron a realizar una nueva ampliación que supuso levantar un nuevo de la iglesia y que se prolongó durante varios años. En 1775, con la unificación de las dos parroquias se aumentó su capacidad y se construyó la capilla del Niño Jesús. Hasta hoy, se han realizado, además, diferentes reformas hasta su actual sobriedad arquitectónica.

 

Entre los elementos artísticos de esta iglesia destaca el rosetón formado por dos molduras, una interior y otra exterior, labradas con relieves de tradición gótica. Se trata de uno de los escasos testimonios, junto con la pila bautismal, que se han conservado de la primitiva iglesia de San Juan Evangelista. Cada una de las molduras está constituida por veinte motivos que intercalan imágenes figurativas con otras geométricas de carácter abstracto.

Pero la joya más preciada y de interés artístico es la figura de la Virgen Blanca, que representa a una virgen con el niño esculpida en mármol blanco y elevada sobre un pedestal de mármol negro. Una inscripción latina de caracteres góticos grabada en la peana da información sobre su historia. La virgen fue traída de París en 1349 y fue un regalo a esta parroquia de Martín Huarte, comerciante de Pamplona. Por la calidad de la escultura, podemos deducir que su autor se encontraba entre los artistas más destacados del gótico francés.

 

Finalmente, es de destacar el retablo mayor pintado por el artista estellés Juan Bustamante en 1535. El soporte es de madera y cubre el segundo piso y el ático. Representa distintas escenas de la vida de Cristo. El cuerpo escultórico del retablo, del que desconocemos la autoría, lo forman las imágenes de los evangelistas presididos por San Juan y se culmina con un crucificado.

Iglesia de San Esteban

Tenemos diferentes informaciones que nos permiten reconstruir las características de la primitiva iglesia de San Esteban, construida en época medieval.

Se encontraba situada en un paraje de la falda oriental del monte Miravalles, por lo que era conocida como la “iglesia de arriba”. Contaba con una nave corta y estrecha, finalizada en cabecera en forma de artesa, cubiertos ambos habitáculos por bóvedas de crucería de piedra. Fue levantada con materiales de mala calidad, lo que provocó, según atestiguan numerosos documentos, numerosas reparaciones.

Debido a su lejana ubicación y su deterioro, se vio la necesidad de buscar un nuevo emplazamiento y edificación. Así, en los primeros años del siglo XVIII, comenzó la construcción de un nuevo templo con planta de cruz latina. De la primitiva parroquia no quedaron rastros.

Pero el nuevo templo, y a pesar de su reciente construcción, se abandonó en muy poco tiempo, al unificarse las dos iglesias en 1775. Primero, fue convertida en cementerio de la villa y comenzó su deterioro. En 1900, el cementerio se trasladó a su actual emplazamiento. Los restos de la iglesia adquirieron otras funciones hasta terminar como corral de ovejas.

Actualmente, del templo construido en el siglo XVIII solo se conservan los muros del pie del templo, con una portada dintelada, además de dos testimonios artísticos, la pila bautismal, que se encuentra en Urroz, y el retablo mayor, en Nagore.

 

RECORRIDOS

Itinerario de arte urbano – Arte en las calles

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La cultura urbana tiene un especial protagonismo en Huarte con la celebración, por ejemplo, del Festival de Arte Urbano Cantamañanas. Otra muestra son los numerosos murales que encontramos en el municipio.

 

En los años 80, Patxi Buldain creó un mural colectivo con el alumnado de su taller y vecinos y vecinas. Esta obra fue la inspiración para artistas de posteriores generaciones.

 

Precisamente, durante el Festival Cantamañanas, se realizan murales en los alrededores del municipio. Obras que se suman a otras de artistas locales. Por otro lado, desde 2003, el núcleo urbano cuenta con numerosas obras que se van creando a través de proyectos institucionales, en el contexto del propio festival o por expresiones artísticas individuales colectivas o individuales.

 

Para poder disfrutar de todas estas obras de arte se han creado varios itinerarios de arte urbano.

 

Paseo fluvial del Arga

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Esta ruta, diseñada por Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, nos lleva del molino de San Andrés al puente de Irotz siguiendo el cómodo paseo del Parque Fluvial.

Es un recorrido de contrastes que combina el ambiente urbano de las poblaciones, las zonas de huertas tradicionales y el paisaje rural del Valle de Esteribar y permite conocer el patrimonio histórico ligado al río, del que destacamos en la zona de Huarte, presas y puentes.

 

Presa de Dorraburu

La presa abastecía al molino harinero de San Andrés de Villava, construido mancomunadamente en 1541 por los vecinos y vecinas de Villava y Huarte. Durante siglos se explotó por el sistema tradicional de arriendos.

En los siglos XIX-XX conoció sucesivos usos: fue harinera de Alzugaray, central eléctrica y almacén de Esparza.

En la actualidad, está restaurado el complejo hidráulico (presa, canal y central) y el edificio se ha reconvertido en Centro de Información y Educación Ambiental del Parque Fluvial, en el que se ofrecen diferentes recursos expositivos, talleres y visitas guiadas. Es también un espacio lúdico y de encuentro orientado a atender a los peregrinos del Camino de Santiago, paseantes y público en general, con cafetería y terraza en verano.

 

 

Puente de Dorraburu

De origen medieval, en la actualidad su uso es exclusivamente peatonal. La primera mención a su existencia data de 1343. Hay documentos que acreditan reformas desde el siglo XVI al XVIII. Junto con los de Ugalaldea y Artadiburua son los tres puentes antiguos de Huarte. Presenta dos arcos de medio punto y un único tajamar.

 

 

 

 

 


Puente de Artadiburua

Se conoce también como puente “del Calvario” o “del Humilladero”. De construcción medieval, tiene tres arcos de medio punto con tajamares. En 1550 disfrutaba de derecho de cobro por la madera que pasaba por el río. Hay constancia de reformas en 1652 y otras, más importantes, en el siglo XVIII, que le dan el aspecto actual.

 

 

 

 

 

 

 

Presa de Zokoa y molino central de Olaz

 La presa de Zokoa, construida con sillares, derivaba agua para riego y para el molino de Olaz, más tarde convertido en central eléctrica. El conjunto presa-molino se remonta a tiempos medievales y está documentado desde el siglo XIII. El canal de abasto se salvaba en tiempos con puentecillos de madera.

 

 

 

 

 

Puente de Ugalaldea

Fechado en el siglo XVIII, aunque su origen parece medieval. Aparece citado por primera vez en 1550, cuando se le reconoce el derecho al cobro de leñadas. Tiene dos arcos centrales de medio punto y dos más pequeños a los lados, con tajamares aguas arriba. En sus cercanías trabajaban las lavanderas de Huarte.

 

 

 

 

Presa de Atondoa

Los orígenes de esta presa, que aprovecha un salto natural, se remontan al siglo X, siendo una de las menciones a presas y molinos más antiguas de Navarra. Desde entonces, ha abastecido a lo largo de los siglos a varios molinos cerealistas y, en fechas más cercanas, a harineras (Yoldi y Huici).

Aquí se capta agua para los canales que desde antiguo riegan las huertas de Huarte.

Ruta Huarte – Beriáin

Esta ruta de 30 kilómetros parte de Huarte hacia Sarrigurren, donde tomamos la carretera de Pamplona hasta Olaz y atravesamos Gorraiz en dirección a Ardanaz. A la altura del kilómetro 20 (marcado), nace un camino por Ardanaz, que llega a la cima del Malkaiz, desde donde podemos observar la vertiente oeste de la cuenca de Pamplona y las estribaciones de los Pirineos por el noroeste.

 

Descendemos por el sendero hasta un cruce de caminos entre Egüés y Ardanaz. El siguiente punto del camino es la subida a Tangorri desde donde descenderemos, dirección a Arizko. En este punto divisaremos el camino que nos va a llevar a Lakidain.

 

Al llegar a una curva pronunciada, no tomar el camino que desciende por la derecha y continuar a la izquierda para ascender por el borde del pinar hasta alcanzar la cresta. Al final encontraremos un cortado de rocas. Descender con cuidado y tomar el sendero, a la derecha nos llevará, de palomera en palomera, hasta el collado de Lakidain.

 

Continuamos y en cuatro minutos alcanzamos otro collado desde el que iniciamos el ascenso a peña Lakidáin. En este punto, hay una fuerte y cortada subida hasta el castillo en ruinas de Irulegi.

 

Siguiendo la perpendicular de la Higa de Monreal, salimos a un despejado que nos conduce a una fuerte pendiente que debemos descender y que nos lleva al cruce del camino de Idoate – Ilundáin.

 

Ascendemos de frente a Las Bandericas y bajamos hacia Urramendi – Góngora. El terreno es muy cerrado. Seguir hacia el sur hasta encontrar una palomera.

 

Continuamos por una senda que desciende a la izquierda y que nos conducirá a una gran pista forestal.Llegamos al término llamado El Hayedal desde donde se asciende a Cemboráin. Subimos y bajamos por el mismo camino. Al bajar, seguimos hasta una alambrada que nos llevará a la torre eléctrica más alta y que comunica los valles de Unciti y Aranguren.

 

Alcanzaremos el collado Andricáin y descendemos por senda a la derecha, dirección a Labiano, hasta la ondonada desde donde vemos el cerro de La Vizcaya.

 

En la confluencia de los caminos de Labiano – Unciti, seguimos de frente, dirección sur, bordeando los labrados y tomamos una senda que sale de la parte superior del labrado. Seguimos a la derecha, dirección a Noáin, por la cima de La Vizcaya donde entroncamos con la pista que viene de la derecha. Salimos a un despejado desde donde sale una pista ancha que nos conduce a la sierra de Tajonar y al depósito de aguas de Noáin. Descendemos por la carretera.

 

A nuestra izquierda hay un paso subterráneo que cruza la autopista y que nos guía a Noáin. A través de un acueducto abandonado, cruzamos la autopista para alcanzar finalmente Beriáin.

Camino de Santiago

Es en Navarra donde se unifican las cuatro vías del Camino Francés, tres de ellas en tierras bajonavarras de Ostabat, para posteriormente converger en Puente la Reina con la vía procedente de Somport, discurriendo siempre esta última por tierras aledañas de Leire, Sangüesa, Eunate y Obanos.

 

La llegada de los peregrinos y peregrinas a Huarte se hace bajo la vigilante mirada de la ya desaparecida fortaleza situada en la cima del monte de San Miguel de Miravalles. El Camino de Santiago discurre luego por la villa, atravesando su parte noroccidental por la calzada romana que unía la localidad francesa de Burdeos con Astorga a través de Roncesvalles, origen remoto del llamado Camino Francés.

 

 

La época de mayor auge del Camino fue cuando Huarte tenía un papel preponderante en la Cuenca de Pamplona y dentro de la política del Reino de Pamplona primero, y más tarde del Reino de Navarra. Fue así un enclave muy destacado por su peculiar situación estratégica, con la que se controlaban y vigilaban, desde la cima del monte Miravalles, los caminos que iban y venían hacia la tierra de Ultrapuertos, la principal conexión con Europa a través de Roncesvalles e Ibañeta.

 

Hoy en día, se han adecuado los caminos y una nueva senda, debidamente señalizada, que ofrece a los peregrinos y peregrinas la posibilidad de acercarse a Huarte y descansar, reponiendo fuerzas, para más tarde retornar al camino que les conducirá a la Trinidad de Arre.

Lau Uharteak

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La ruta Lau Uharteak, un nuevo recorrido de montaña que une a los cuatro pueblos homóminos: las altanavarras, Uharte Arakil y Uharte y las bajonavarras Uharte Garazi y Uhartehiri.

Recorrido que se puede realizar en seis etapas y recogida en una guía. que recoge las indicaciones del recorrido, el mapa y una treintena de puntos de interés en tres idiomas (euskera, francés y castellano), proponiendo realizar paradas en los principales patrimonios históricos y arquitectónicos que se pueden encontrar a lo largo del camino. En él se encuentran, entre otros, las ermitas de Itxasperri y Atondo; los monasterios de Orreaga, Zamartza, Iharte y Aranbeltz; los castillos de Uhartehiri, Latsaga y Aranbeltz; así como varios puentes románicos o dólmenes.

El recorrido de Lau Uharteak sigue la señalización de la GR-65 y la E3 europea, y ofrece la posibilidad de hacerlo a pie o en bicicleta, en seis etapas: de Uhartehiri a Uharte Garazi (29 km), de Uharte Garazi a Orreaga (24 km), de Orreaga a Uharte (37 km), de Uharte a Aratzuri (27 km), de Aratzuri a Irurtzun (23 km) y de Irurtzun, finalmente, a Uharte Arakil (15 km), con opción de alargar subiendo a la cima de Artxueta (28 km).

Las guías están disponibles en soporte papel en las casas de cultura, ayuntamientos y oficinas de turismo de los cuatro municipios, así como descargable en formato PDF.