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Excursiones

PASEANDO POR NUESTRA VILLA

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ITINERARIO DE ARTE URBANO – ARTE EN LAS CALLES 

Estos murales pueden morir en el tiempo, ya que el arte urbano es efímero en su vida, del mismo modo las calles de la villa esconden expresiones libres que pueden surgir, así como estudios y ateliers de artistas que inundan de creatividad los edificios, por dentro y por fuera.

 

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HUARTE – BERIÁIN. 30 KILÓMETROS 100 METROS

Desde Huarte nos encaminamos a Sarrigurren donde tomamos la carretera de Pamplona hasta Olaz y atravesamos Gorraiz en dirección a Ardanaz. A la altura del kilómetro 20 (marcado), nace un camino por Ardanaz, que llega a la cima del Malkaiz, desde donde podemos observar la vertiente oeste de la cuenca de Pamplona y las estribaciones de los Pirineos por el noroeste.

Descendemos por el sendero hasta un cruce de caminos entre Egüés y Ardanaz. El siguiente punto del camino es la subida a Tangorri desde donde descenderemos, dirección a Arizko. En este punto divisaremos el camino que nos va a llevar a Lakidain.

Al llegar a una curva pronunciada, no tomar el camino que desciende por la derecha y continuar a la izquierda para ascender por el borde del pinar hasta alcanzar la cresta. Al final encontraremos un cortado de rocas. Descender con cuidado y tomar el sendero, a la derecha nos llevará, de palomera en palomera, hasta el collado de Lakidain.

Continuamos y en cuatro minutos alcanzamos otro collado desde el que iniciamos el ascenso a peña Lakidáin. En este punto, fuerte y cortada subida hasta el castillo en ruinas de Irulegi.

Siguiendo la perpendicular de la Higa de Monreal, salimos a un despejado que nos conduce a una fuerte pendiente que debemos descender y que nos lleva al cruce del camino de Idoate – Ilundáin.

Ascendemos de frente a Las Bandericas y bajamos hacia Urramendi – Góngora. El terreno es muy cerrado. Seguir hacia el sur hasta encontrar una palomera. Continuamos por una senda que desciende a la izquierda y que nos conducirá a una gran pista forestal.Llegamos al término llamado El Hayedal desde donde se asciende a Cemboráin. Subimos y bajamos por el mismo camino. Al bajar, seguimos hasta una alambrada que nos llevará a la torre eléctrica más alta y que comunica los valles de Unciti y Aranguren.

Alcanzaremos el collado Andricáin y descendemos por senda a la derecha, dirección a Labiano, hasta la ondonada desde donde vemos el cerro de La Vizcaya.

En la confluencia de los caminos de Labiano – Unciti, seguimos de frente, dirección sur, bordeando los labrados y tomamos una senda que sale de la parte superior del labrado. Seguimos a la derecha, dirección a Noáin, por la cima de La Vizcaya donde entroncamos con la pista que viene de la derecha. Salimos a un despejado desde donde sale una pista ancha que nos conduce a la sierra de Tajonar y al depósito de aguas de Noáin. Descendemos por la carretera. A nuestra izquierda hay un paso subterráneo que cruza la autopista y que nos guía a Noáin. A través de un acueducto abandonado, cruzamos la autopista para alcanzar Beriáin.

 

HUARTE – MONASTERIO DE LEYRE

Desde Huarte hasta el Monasterio de Leyre tenemos unas de las rutas más interesantes, donde podemos visitar desde la naturaleza más agreste hasta uno de los monasterios más interesantes y atractivos del norte peninsular. Saliendo de Huarte tomaremos la carretera hacia Ayos y desde allí partiremos hasta Lumbier, para posteriormente llegar a nuestro destino Leyre.

En Aoiz podríamos visitar los restos del monasterio de Zagurrigar, cerca del puente románico sobre el río Iratí. Destaca en el pueblo su iglesia con portada plateresca y su pila bautismal policromada del siglo XV.

En Lumbier y en sus proximidades se encuentra un punto significativo La Foz de Lumbier en el río Iratí y su Puente del Diablo. Podemos recorrer la Foz en una visita guiada , que transcurre por el antiguo recorrido del tren del Iratí.

Nuestro destino final nos lleva a Leyre y a su monasterio. La leyenda nos cuenta que en él vivió un santo monje de nombre Virila, que un día, abstraído por el canto de un pajarillo se interno en el bosque. Allí permaneció en éxtasis durante mas de trescientos años, después de las cuales volvió al monasterio pensando que solo había pasado una mañana desde su marcha. Esta leyenda es un hecho constatado en la documentación de la época. La leyenda corrió por toda Europa en boca de los peregrinos del Camino de Santiago, y en el lugar tan portentoso hay hoy una fuente y una esfinge del Santo.

La fecha de fundación del monasterio es desconocida. Su origen se remonta en el tiempo y puede responder a una reunión de los ermitaños que habitaron las cuevas del entorno.

En el siglo IX hay ya testimonios históricos del monasterio, siendo su historia muy interesante. Entre sus monjes eran elegidos los obispos de Pamplona. Se ha dicho que este monasterio es más que El Escorial, porque no solo fue monasterio, sino que además era asiento de realeza Navarra. En 1954 se asentaron en él un grupo de monjes benedictinos procedentes de la abadía de Santo Domingo de Silos.

La parte más antigua del monasterio es la formada por la cripta, edificada en el siglo XI, dividida en cuatro naves, con columnas con grandes capiteles donde se hace patente la austeridad del primitivo románico.

La bóveda gótica, es sin duda, la más bella de Navarra, su entrada se hace por la ”porta speciosa”, obra del siglo XIII y de gran belleza y cortada por una columna – porteluz.

La cabecera del coro es la primera construcción románica de grandes dimensiones en sus muros, y en ella se halla el panteón de los reyes de Navarra de los siglos X y XI.

De interés para el visitante es saber que hay una hospedería abierta al publico y una residencia sola para varones.