nuestra historia
Los primeros documentos históricos que atestiguan la existencia de Huarte datan del siglo XI y dan cuenta de la pertenencia administrativa del monasterio de San Esteban a la abadía de Leire.
De la actividad y crecimiento de nuestro municipio da fe el hospital dependiente de San Esteban y su pertenencia del Obispo de Pamplona entre 1135 y 1229. Este crecimiento seguramente fuese debido a que por su término pasara el Camino de Santiago, la vía cultural y económica de la Edad Media.
En esta misma época se fundó una segunda parroquia bajo la advocación de San Juan Evangelista, también se tienen noticias de una tercera parroquia dedicada a santa Eugenia, de la que se ha perdido todo rastro documental.
Hay que destacar la relevancia político-militar y económica de Huarte durante la Edad media y dentro de la historia general del reino de Pamplona. Su importancia militar se debía a su excelente situación geográfica, que convertía a la localidad en “vigilante” de Pamplona, con una fortaleza-castillo en el punto más elevado de municipio.
Desde el punto de vista económico, contaba con considerables recursos económicos, provenientes, sobre todo, de los molinos y viñas.
Huarte será protagonista así de las constantes disputas entre Corona e Iglesia por la posesión de la villa, pasando esta de unas manos a otras según las circunstancias. También se encontraba en el centro de la lucha entre clero secular y regular, con respecto a los enfrentamientos entre la catedral y el monasterio de San Salvador de Leire.
HUARTE A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
Fundación de la Villa de Huarte en 1090.
Siglo XIEn 1423, Carlos III El Noble liberó a Huarte de distintas contribuciones (consistentes en el pago de impuestos indirectos y prestación de hombres y armas para la guerra) a cambio del molino de Balberrota.
Un documento fechado en 1462, y en el contexto de la guerra civil, nos habla de la fidelidad al Príncipe de Viana de los habitantes del Palacio de Ezpeleta, del que todavía quedan algunas ruinas en el topónimo del mismo nombre.
Siglo XVEn 1513, tras la incorporación de Navarra a Castilla, Fernando El Católico ordenó pagar un molino que fue incendiado en la vega de Huarte durante la guerra, lo que nos lleva a pensar que la violencia de esta afectó también al municipio.
En 1512, se encontraron en Huarte el Mariscal de Navarra y Juan de Jaso (primo de San Francisco Javier), agramonteses ambos, lo que nos lleva a aventurar el carácter agramontés del pueblo de Huarte, ya que en otro caso no se explicaría su presencia en la villa.
Siglo XVIEn 1665, Huarte fue elevada a categoría de Buena Villa con derecho a asiento en las Cortes, lo que provoca la protesta de las antiguas Buenas Villas de Navarra. Huarte declaró que era villa desde antiguo y que ya se celebraron Cortes en el municipio en el año 1090.
Siglo XVIIEl siglo XVIII trajo a Huarte la guerra. Así, en 1706, más de 1.500 hombres se alojaron aquí, talaron árboles, segaron las cosechas y destruyeron las haciendas, con la consiguiente protesta del pueblo al virrey. En 1710, se eligió a Huarte como plaza de armas para concentrar a los hombres de Egüés, Villava y otros lugares. En 1793, con motivo de la Guerra de la Convención, ochenta vecinos se dirigieron a defender la frontera, obedeciendo la orden de la Diputación. Sin embargo, no pudieron evitar que las tropas francesas llegasen hasta la misma villa, destruyendo la ermita de San Miguel.
Siglo XVIIIHuarte contaba a principios del siglo XIX con unos 550 habitantes, de habla vasca en su totalidad. El pueblo se componía de tres barrios, Plazaldea, Portalaldea y Ugalaldea, que confluían en una plazuela. Al oeste del casco urbano se situaba un prado de unos 90.000 metros, que servía de eras, de pastos para el ganado en invierno y de esparcimiento. Al sur se hallaban los viñedos, que servían para la elaboración de un excelente txakoli. Todo el arbolado desapareció a causa de las guerras napoleónicas y carlistas.
En 1808 y 1809, Huarte tuvo que soportar la carga de tres hospitales militares con capacidad para unos 1.000 hombres, con las consiguientes epidemias y contagios, falta de alimentos, etc. Además, era el escenario de las constantes luchas entre la guerrilla y las tropas napoleónicas. Así, en 1810, Cruchaga, guerrillero roncalés, atacó el destacamento francés de Huarte a petición de la villa.
Siglo XIXDurante el siglo XX, la fábrica de Mina y la primera fase del polígono impulsaron el paso de una sociedad agropecuaria a una industrial.
Siglo XXHuarte aspira a ser un municipio de usos equilibrados, evolucionando hacia una sociedad industrial y de servicios, respetuosa con su idiosincrasia y el medioambiente y generando riqueza y bienestar.
Siglo XXI


